Uno cuando es pekeño tiene k aguantar cienes y cienes de crueldades de los padres. Algunas no las olvidas por el resto de tu vida, otras ya se encarga tu madre de recordartelas de vez en cuando, normalmente cuando hay gente para dejarte en ridiculo, y otras se recuerdan con ternura.
Algo k a mi me trastornaba bastante era el empeño de mi madre por vestirme a mi como una princesita y a mi hermano como Carlton (el del principe de Bel air), y el de mi padre por ponerme en plan kinki. A mi madre le parecia k estaba monisima con vestiditos y calcetines de perle, k no veas como pikaban, y a mi padre lo k mas le gustaba era ponerme pintas de trasto, k era como mas guapa me veia. En fin, un mareo, y mas cuando eres una canija de 3-4 años como es el caso de las fotos k veis aki debajo.
Por cierto, desde ya digo k mi madre no me teñia el pelo, k esk me cambiaba de color segun la estacion del año. Que le voy a hacer, asi de rarita soy.